domingo, 21 de junio de 2020

Diario de Alarma, FIN

DIARIO DE ALARMA, FIN

6 Reflexiones por encima, de todo esto.

Hace unas semanas cuando todo esto todavía estaba en medio del confinamiento dije que haría un análisis -personal, en todo caso- del asunto, y ya que se terminó ayer a las 00:00 el estado de alarma de forma definitiva y esperemos que no haga falta nunca más, es el momento de hacer alguna reflexión. Y haré algunas cuantas.

I.
Hasta Marzo vivíamos en un mundo de anestesia en el que parecía que nunca iba a pasar nada. Nos encontrábamos en la falsa seguridad de quien pasea por el arcén de una autopista donde vuelan coches a más de 200 por hora, creyendo que una línea blanca iba a evitar cualquier desastre. Pero la línea blanca era solo eso: una línea. Y ahora nos parece haber vivido una película de ciencia ficción. Realmente vivimos la película de Contagio, de forma menos exagerada, pero no nos engañemos, lo que pasa en esa película también es posible. De hecho otra de las consecuencias es la idea de que ahora cualquier cosa es posible, que no somos invulnerables y que la muerte existe y pasa a nuestro lado todos los días. Puede ser un virus, o un coche que se salte la línea blanca.

II.

En cuanto a qué se ha hecho mal, qué se podría hacer mejor, y demás, todo eso en lo que llevan enzarzados los políticos desde los primeros días, creo que se podrían haber hecho cosas mejor... y también peor. Lo primero, no creo que el 8M haya sido el causante de nada. Realmente toda la actividad humana fue causante de que el virus se expandiera. Incluso, no sabemos si el virus estaba ya en Octubre en España, cuando ya se ha dicho que se detectaron neumonías que no eran habituales. En este caso, la realidad española es que el sistema sanitario no es y nunca ha sido de los mejores del mundo.

Esta idea de decirnos que "tenemos lo mejor del mundo" es la misma que cuando el Marca nos decía, nos dice, y nos dirá, que la selección española era favorita para ganar el mundial. Y es que parece ser que desde el centro de este país -me refiero a la capital, a Madrid y sus contornos - hay la idea de que si crees algo muy fuerte, al final eso sucede. Y no, si te levantas por la mañana no puedes ponerte feliz solo con quererlo. Aquí no tenemos nada mejor que nadie. Y menos una sanidad recortada, entre otras cosas, que no tenía capacidad para afrontar el reto del virus. El conformismo y el falso optimismo y la positividad sin base real solo llevan a creer en mentiras. Si queremos pensar que todo es genial y maravilloso, España nunca dejará de ser un país subdesarrollado y manipulado por empresas y terceros países.

Por otra parte algo que es común a todos en España es la poca gana de trabajar. Luego hay de todo, pero también quien se queja de que trabaja mucho. Y realmente en este país, quien menos trabaja es quien más dinero gana. ¿Cómo va funcionar algo en un país donde hay una clase de trabajadores que tienen sus puestos blindados lo hagan bien o lo hagan mal? En ese plan, da igual que haya recortes, precariedad, o en cambio un presupuesto que haga instalaciones de oro y almacenes llenos de suministros, si al final da igual hacer las cosas bien o mal, o no hacerlas.

España tiene unos males endémicos desde hace siglos, subdesarrollo, ignorancia (antes analfabetismo), y pereza de unos o explotación de otros, y eso para combatir cualquier amenaza (virus, guerra, etc) siempre son factores que debilitan cualquier acción.

III.

¿Lo ha hecho mal el gobierno? mi impresión es que no lo ha hecho del todo mal. Me esperaba todavía menos. Creo que deberían haber cerrado primero las fronteras en Enero. Pero vamos a ver, ¿alguien se cree que hubiera podido cerrar alguien las fronteras viendo todos los llantos de los empresarios porque abrieran cuanto antes al turismo?

Los mismos que ahora forzaron abrir cuanto antes, son los mismos que en todo caso hubieran impedido cerrar las fronteras en Enero. No nos engañemos. En España hay un gobierno que representa a las empresas, actualmente el PSOE, y que intenta vestir sus argumentos de socialdemocracia, y una oposición que representa a las empresas y que intenta vestir sus argumentos como los únicos válidos y de sentido común. Luego entre ellos se pelean.

A pesar de todo, la peor actuación a mi juicio ha sido la de una oposición inexistente, que solo se ha dedicado a actuar como un buitre en el peor momento de la historia que la mayoría hemos vivido, pretendiendo derrocar por las malas al gobierno, hablando de muertos como si cada muerto lo contasen como un voto de más para su coalición de muerte y miedo y como si sacar banderas fuese la cura, casi emulando la Edad Media, cuando comulgar y rezar era para algunos un freno para la Peste. Votad la bandera votad, que detrás de la bandera no hay más que un clan de oligarcas del turismo y la construcción, a los que la bandera les importa poco o nada. Es triste y aterrador a la vez pensar que en España hubo gente durante toda la pandemia cuya principal preocupación era el dinero, antes que la salud.

Otra de las cosas que se han hecho sin duda mal es la de no cerrar por completo el tráfico interior. Nunca ha habido problemas para desplazarse, siempre ha habido conexiones diarias a Madrid y en las estaciones no había controles. Si había alguno de vez en cuando lo desconozco. Cuando ya se pudo pasear fui varias veces por la estación del Alsa en Gijón, y nunca vi ningún agente del orden. Así pues, ¿qué problema había para que alguien de otra comunidad llegase a Gijón cuando hubiera querido?

IV.

El modelo económico español vive de burbujas. Vive del turismo y la construcción. ¿Porqué?, pues por que quien tiene dinero aquí lo invierte en negocios de rentabilidad rápida. Estos son negocios en los que requieren una relativa poca inversión inicial, y dan un rápido beneficio. Comprar terrenos, construir hoteles... realmente va todo de la mano. ¿No es tercermundista? La auténtica modernidad que nos vendían también era una en la que no había fábricas, ni astilleros, ni nada, porque era mejor que lo hicieran en China, que es más barato.

No es culpa nuestra del todo. Si los que tienen el dinero solo quieren forrarse y no tienen ninguna conciencia ni responsabilidad, ni neuronas para hacer buenas empresas y grandes negocios más allá del ladrillo y de montar picaderos de 5 estrellas, qué le vamos a hacer.

Esto es un problema, porque España no puede enfrentarse a retos como el del Covid19 durante mucho tiempo. Es un país que depende totalmente de la globalización, de las ayudas de la UE, y de autoengañarse, y pensar que sin esfuerzo las cosas se consiguen. Pero llega el virus, tienes que confinarte y cerrar las fronteras y los problemas salen a relucir. Y en este caso es que no se pueden tomar las decisiones racionales pertinentes...

Como dijo Fernando Simón hace unos días, "España podría vivir de la ciencia, pero no. De momento vive del turismo".

V.

El futuro es incierto, pero dudo que sea el fin del Capitalismo como dicen algunos, o que esto nos haga mejores. Personalmente la necesidad de adaptar rutinas a estar cerrado en casa me ha hecho hacer cosas más sanas, mejorar en algunos aspectos, es cierto pero como sociedad no creo que nos vaya a mejorar nada. Lo que he visto a mi al rededor ha sido gente que fue responsable desde el primer día hasta el último, a diferencia de las personas de otros lugares del país, que insistieron desde el primer día hasta el último en turistear como si no pasara nada. Está claro que existe una gran diferencia entre la mentalidad del Norte y la de otros lugares.

Pero resumidamente: no creo que cambie nada. Acabado el virus se olvidará todo, y eso si, no nos olvidemos porque el virus sigue ahí.

¿Cómo va ser el fin del Capitalismo si los dueños de todo siguen ahí?

VI.

¿Qué pasará con el virus? creo que nadie lo sabe por muy supercientífico que sea. Sigo creyendo por mi parte que el SARS-CoV-2 puede ir siendo menos peligroso o casi desaparecer como pasó con otros coronavirus. Pero como es un virus "nuevo" no podemos saberlo. No es un misterio ni una profecía mágica decir que la prueba de fuego de todo va ser lo que pase no ya después del Verano si no en estas próximas semanas.

Y ahora como en el Diario de Alarma en los peores días dejaré una canción. La escuché esta mañana cuando desperté y alguien tenía la radio puesta en algún piso del edificio.


Siga usted atento a este diario para descubrir nuevas historias que desconocía y nunca se había imaginado.

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