domingo, 5 de abril de 2020

Diario de Alarma, Día 23

Día 23. PRIMAVERA.

Si. Aunque la Primavera ya lleva con nosotros más de una semana, hoy es el primer día que me dio la impresión de respirar aire de Primavera (¿o será que hay menos contaminación que antes?). Por la mañana hizo como 20º, una temperatura genial. Así que, bajé a por el periódico y a por el pan. Bajé del portal, y sorteé la larga cola de la panadería para no cruzarme con nadie. Después, caminé por el medio de la carretera de la calle principal que hay nada más dar la vuelta a la esquina. En serio, temperatura sensacional.

Me duele una cadera, y hasta cojeo un poco. Además me siento algo desorientado, como si tuviera la atención en todas partes a la vez. Puedo seguir caminando por el medio de la carretera. No pasan apenas coches. La verdad es que eso me gusta. De hecho a veces si camino de noche tarde, también lo hago. Pero hacerlo a una hora del día que debería estar lleno de tráfico es diferente. Es raro. Camino despacio, a ver si el paseo y el aire libre colaboran en que se me pase el dolor de la cadera. No me cruzo con casi nadie. De hecho solo veo un coche de policía pasar. Parece que es domingo para todos.

Después de comprar el periódico y el pan voy de regreso a casa. Me da rabia y nostalgia no poder seguir haciendo las cosas de siempre, y más con este buen día. Miro hacia la lejanía desierta de la línea recta de la calle que llega hasta el centro y pienso, "quizá podría ir paseando hasta..." pero no. Soy responsable. O paso de líos, quien sabe.

Actualidad y reflexiones.

Parece ser, según me he enterado de fuentes creíbles, que las UCIs del HUCA en Oviedo están abarrotadas desde hace días. Las mismas unidades en Gijón también deben de estarlo, esto quiere decir que hay ingresados graves del COVID19 copando las UCIs de los principales centros hospitalarios asturianos. Con ello puede hacerse un cálculo a grandes rasgos, de cuantos enfermos hay ingresados en cada punto de la zona central asturiana.

Aunque Asturias es uno de los lugares de España en una situación algo mejor que la media, parece que el mayor problema es la respuesta del sistema sanitario, que es en el mejor de los casos deficiente. Aunque deberíamos hacer una evaluación de las causas de esto, parece bastante probable que la principal razón sean los años de recortes y políticas restrictivas donde un gobierno debía gestionarse como una empresa y obtener superavits maravillosos.

Por otra parte deberíamos señalar la censura informativa que existe en cuanto a las estadísticas asturianas por concejos. Todos los datos que se publican solo corresponden al total de Asturias. ¡Y eso que estamos en un estado de derecho donde todo debería ser transparente! ¿Porqué sucede esto? No lo tengo muy claro. Quizá para evitar que la población se alarme más, o para que no se relaje, o para evitar que se conozcan focos inesperados en esperados sitios turísticos (Llanes, Ribadesella, Candás...) Mientras no se sepa con certeza, la especulación es libre.

Al respecto de esto citaré una noticia de El Comercio:

Las excursiones a las segundas residencias de Llanes obligan a tomar medidas (El Comercio)

Vamos a ver, ¿acaso no se toman medidas ya? ¿Qué pasa que siendo vasco o madrileño te dan permiso para ir a tu maravillosa segunda residencia de puente? Me parece incomprensible.

Diarreas mentales.

¡OH NO!, ¡TENEMOS BOMBAS ATÓMICAS DEBAJO DEL MAR A MENOS DE 700 KM DE GIJÓN!

Pues si. Resulta que investigando para un proyecto de novela que se me ocurrió, llegué a la historia del submarino soviético K-8 -si, otra vez submarinos- Hace poco anoté en el diario la película K-19 Widowmaker, como interesante para ver. En esta ocasión, la historia del K-8 es bastante parecida, pero muy desconocida y la tenemos relativamente muy cerca.

Esquema del aspecto exterior del K-8. (Fuente: www.astrovigo.es)


El K-8 era un submarino de la clase Ballena (o proyecto 627) según la denominación soviética (clase November, según la denominación OTAN) que fue botado en 1959 (2 años antes que el K-19, que era de la clase proyecto 658/ clase Hotel, según las denominaciones soviética o de la OTAN).

(Hay que decir, que no siempre se conocen las denominaciones oficiales de los aparatos que usan las fuerzas armadas de países de fuera de la OTAN. Por eso en estos casos la OTAN clasifica submarinos, aviones, etc, según sus propios nombres para poder identificarlos de forma coherente según va teniendo conocimiento de su existencia)

Esquema del interior del K-8. (Fuente: www.astrovigo.es) (Click para agrandar).

Como otros submarinos de esa época, estos navíos tenían algunas deficiencias de fabricación que los llevaron al lecho oceánico a cientos y a veces miles de metros de profundidad, convirtiéndose en sarcófagos submarinos. Podríamos decir que los submarinos soviéticos eran una chapuza mal fabricada, pero estaríamos cayendo en un error, ya que también ha habido accidentes en los buques sumergibles de otras naciones.

En las primeras semanas de Abril de 1970, el K-8 se encontraba participando en las mayores maniobras navales que la URSS hubiera celebrado nunca. Estas maniobras denominadas como OKEAN-70, conmemoraban el centenario del nacimiento de Lenin.

Foto del K-8 tomada por la marina norteamericana poco antes del hundimiento. (Fuente: www.astrovigo.es)

Todo parecía ir dentro de lo planeado. El K-8, cuyo cometido era cazar otros submarinos atómicos enemigos, navegaba sumergido a unos 120 metros de profundidad cerca del Cabo Finisterre, cuando su tripulación se vio sorprendida por una serie de cortocircuitos en uno de los compartimentos centrales y otro de los traseros de la nave (el 3º y el 7º). Los cortocircuitos fueron a más, y se desataron varios incendios a bordo. Lo peor que puede pasarle a un barco es un incendio. En un submarino sumergido es aún peor. El incendió llenó los compartimentos con humo y CO2 en poco tiempo. Aun así la tripulación logró apagar los dos reactores nucleares del submarino, y poco después el buque consiguió emerger. Sin embargo los sistemas de emergencia de los reactores quedaron dañados, y el K-8 quedó a la deriva, puesto que los motores diesel, que se usan en superficie, funcionaron al principio pero después dejaron de responder. Los soviéticos intentaron remolcar al submarino a la base, pero las condiciones marítimas extremadamente duras del momento, con fuertes rachas de viento y mar embravecida provocaron la entrada de agua en el K-8.

El 10 de Abril de 1970 el buque búlgaro Avior acudió al rescate de la tripulación. El submarino ya era un auténtico desastre y su más que probable destino iba a ser el fondo del mar, o algo peor. Según los testigos, el K-8 se fue al fondo del mar acompañado por tremendas sacudidas de origen incierto (quizá incluso, la explosión de alguna de las cabezas nucleares o de otros sistemas internos). De los 125 tripulantes del submarino, fallecieron en el incidente 52 marineros, incluyendo el capitán Vsevolod Borisovich Bessonov, cuyos hombres evitaron una tragedia aun mayor: una explosión termonuclear no muy lejos de la costa española.

El suceso fue secreto hasta 1994. Según los rusos, el submarino terminó por tocar fondo a unos 4.125 metros de profundidad en algún punto del Golfo de Vizcaya, partido en varios trozos. Su ubicación oficial se encuentra a unos 490 km de las costas españolas, pero otras fuentes lo sitúan algo más al Norte.

Ubicaciones probables del K-8. (O la una o la otra...) (Fuente: www.astrovigo.es)

Sea como sea, no existe ninguna investigación oficial sobre los efectos de las fuentes radiactivas del K-8 en el medioambiente.

Recomiendo visitar el blog Astrovigo, del que he leído este interesante episodio:

Hundimiento del submarino nuclear soviético K-8 … a 490 Km de Galicia


Colofón musical.

Otra que me salió al azar. Que curioso el azar.


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