viernes, 27 de marzo de 2020

Diario de Alarma, Día 14

Día 14, RUTINA.

Levántate, desayuna, ¿hace falta ir a comprar?, haz cosas por casa, entretente, come, entretente, haz algo de ejercicio, vuelve a buscarte entretenimiento, cena, entretente y duerme. Y así una, y otra, y otra y otra vez, sin que, como ya he dicho en varios días anteriores, se note la diferencia especialmente de hoy respecto a ayer, o a mañana, o a pasado mañana, o a ...

Así que las cosas van haciéndose más y más rutinarias. Si los primeros días era chocante todo, ahora la normalidad va siendo el encierro. Y quizá, que esté todo el mundo encerrado, ni lugar alguno donde haya libertad a la que fugarse, contribuye especialmente a que se establezca "esto", como la nueva normalidad.

Cada día que pasa es más complicado acordarse del día en concreto en el que se encuentra uno.

La mañana de hoy fue soleada, sin una nube. Me pasó algo curioso -hoy si que bajé a la compra- cuando me dio la sensación de que había "demasiada luz". Creo que el estar en casa más horas de la cuenta día tras día nos va a hacer más sensibles a la luz solar. En fin otro de los efectos del encierro, supongo. Para paliar los efectos de esto, debería procurar salir más a la ventana a tomar el fresco o inventar alguna cosa.

En esta ocasión, quiero recomendar un libro sobre precisamente, encarcelamientos prolongados. Quizá alguno/a pueda sentirse algo identificado con el protagonista (o alguno de los personajes del libro). Se trata de "El prisionero de Spandau", de Eugene K. Bird. El autor fue el director de la prisión de Spandau -instalación berlinesa a donde se enviaron varios nazis tras la Segunda Guerra Mundial- desde 1964 a 1972, cuando fue apartado de sus funciones y de su carrera militar precisamente tras descubrirse que se encontraba escribiendo el citado libro. En el se cuentan los años de encarcelamiento de Rudolf Hess -el que fuera segundo de Hitler- y sus camaradas. La historia de Hess desde su desaparición hasta su muerte está envuelta en el misterio. Su propia muerte a los 93 años en Spandau -nunca le liberaron, a pesar de que otros tenían mayores delitos-, es un misterio...

Portada original de las primeras ediciones españolas del libro de Bird, y que tiene quien escribe estas líneas.

No me enrollo más con el libro. Sirva como extremo ejemplo, en la historia se describen varias consecuencias de estar encerrado. Una de las que más recuerdo es la que se produce cuando Hess empieza a ver como molestas las visitas de su mujer ya que "no tenía nada de que hablar con ella". Al parecer después de tanto tiempo en esa situación eran como extraños.

En fin, sobre esta situación de confinamiento, voy a permitirme hipotetizar sobre el futuro. Creo que el confinamiento va tener 3 fases, que subrayo debajo:

Fases hipotéticas del confinamiento.

La primera, "el impacto". Los primeros días, donde todo es la situación de alarma en su salsa.

La segunda, "la rutina y el adormecimiento", en ella ya no nos impactan las cosas como en la primera etapa. Seguramente la más prolongada es esta segunda.

Y por último la tercera, de intranquilidad, que junto con la primera será de ansiedad. Si ansiedad. Cuando empecemos a ver que otros países van levantando restricciones, y nosotros seguimos confinados, y se nos siga diciendo que es por nuestro bien, nos vamos a empezar a poner muy nerviosos. Además va a coincidir con un aumento de las horas de luz y con el buen tiempo del final de la Primavera.

De hecho cambiamos al horario de Verano durante la madrugada del domingo.

Desgraciadamente el fin del virus carcelero parece estar lejano. De ayer a hoy han aumentado los casos en Asturias en 100 más (ya son 1004) y 3 fallecidos más (van 33) con 65 recuperados en total. En el computo global de España van 64.059 contagiados, 4.858 fallecidos y 9.357 recuperados.

Parecía que la curva de contagios en Asturias "se aplanaba", pero habrá que esperar días para que eso suceda, y ya nadie se atreve a decir cuando se producirá el citado momento pico...

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